La Ultima Gota

La última Gota 

La última gota en un trabajo para decir hasta aquí, en un matrimonio para decidir no mas, en un momento de ira para echar mano  a la tolerancia, en la vida para reencontramos con nosotros mismos.

La última gota significa ese momento  que  ante cualquier situación  por pequeña que se vea a los ojos de los demás, para nosotros es el detonante de crisis,  para ilustrarlo: podríamos estar  en un día de trabajo cualquiera, que llegamos a tiempo, estamos en trabajo, y llega el jefe y  recrimina por un error colectivo del departamento, esto forma el ¡bum! Y explotamos hacemos catarsis como: tanto que me he fajado , tanto que me sacrifico, tanto…..ect., lo tomamos personal y reaccionamos desbordando nuestras emociones negativas de ira, desaliento o tristeza que nos llenan de frustración. 

Lo mismo se puede ilustrar en otros vínculos como el  matrimonio, con los hijos, con los amigos, con la sociedad, nos  puede llegar esa última gota  lo tomamos personal, sintiéndonos atacados, o abusados o víctimas.

 No es el evento en si lo que hace que se dé el bum, es el momento vulnerable en que llega esa última gota, lo que nos sirve de canal para encaminar esas emociones entre ella la más activa la  ira, el desaliento, agotamiento emocional que fue formándose día a día, en la rutina que formamos, postergando resolver o tener encuentro  con nosotros mismos, darnos ese minuto esencial para cuidarnos, balancearnos y mimarnos haciendo algo que no involucra otros, hay un libro que nos explica lo importante de ese tiempo   llamado “Mi  Minuto Esencial” de Spencer Johnson , donde nos habla de  cuidamos diariamente, cuidar nuestra mente,   nuestro cuerpo, para poder cuidar a otros.

Cuando nuestras vidas están llenas de muchas tareas, sensación de que están pasando muchas cosas a la vez en su vida, poco tiempo de calidad para sí mismos, incluso, pocas horas de sueño, poca paz interior, llega el agotamiento, y  ya no podemos ser productivos ni mucho menos comprensivos. 

 Este estado de agotamiento o saturación nos pone en permanente  alerta y frente a cualquier evento, situación o circunstancia daremos rienda suelta al ejército de epítetos que según nuestro repertorio emocional nos llevara a  vaciar de manera incorrecta, desorganizada el impulso de  acciones que siempre serán en perjuicio nuestro y de los demás.

Necesitamos  todos los días  procesar lo que ingresa a nuestra percepción cognitiva. y  emocional, para que  las experiencias y trato  que tenemos con personas  y ambientes que nos resultan tóxicos no  se  acumulen y nos vayamos llenando de ira, desaliento, frustración, debemos procurar  balancear nuestro tanque diariamente haciendo el desagüe, drenaje de las emociones de forma equilibrada y ajustada a cada situación.

Dejar que las emociones fluyan, aceptando, la rabia, la cólera, la tristeza, el desconcierto, la impotencia, como emociones naturales que así como aparecen también se agotan y desaparecen. 

Todos la sufrimos por lo que es necesario realizar el balance, cuidar los pensamientos y emociones  diariamente realizando eliminación, limpieza y ajuste de estos  en mi , siendo asertivo  y practicarlo  tomando   un  tiempo de 10 minutos diarios distribuidos y con check list de  :  dos minutos para validarme por las cosas  que hice,  1 minuto para analizar sin  culparme  las   que quedaron pendientes, 2 minutos para estirarme, respirar  y contemplar , 5 minutos para mi cuerpo, mente y espíritu (reflexión, masajes, baile, aseo, canto en ducha).

No son los hechos los que nos hacen sufrir sino el significado que le damos a los acontecimientos. Cuando no balanceamos nuestras emociones   estamos permitiendo que nuestra salud, nuestro crecimiento personal, nuestro desarrollo y nuestra vida, esté gobernada por los eventos, situaciones o circunstancias que forman la última gota.   

Finalmente  termino este articulo con una frase del  médico y psicoterapeuta austriaco Alfred Adler  fundador de la Psicología individual que dijo “El psicólogo puede tan sólo llamar la atención sobre los errores; el paciente, en cambio, se ve obligado a dar vida a la misma verdad”.

¡No llegues a la última gota!

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