Controlar !no!. Controlarme !si!
F recuentemente tenemos o hemos tenido en nuestras vidas personas que actúan de forma controladora. Para ellos todo está planificado, ordenado, indicado y no quieren que nadie salga del libreto que elaboran y dirigen. La persona controladora siente preocupaciones constantemente acompañada de temores de lo más simple a lo más complejo, se envuelven en pensamientos y se llenan de angustia, ansiedad, agotamiento queriendo convencer y manejar al otro utilizando para ello: persuasión (hazlo por mi), manipulación (ruegos, chantaje) y la fuerza (imposición) hasta la violencia. Las personas que están atrapadas en esta dinámica disfuncional y agotadora de querer controlar la vida, mente y sentimientos de otros, llegando a sufrir el controlador emociones negativas de ira, tristeza fruto de su percepción de que les toca cargar con emociones de culpa, vergüenza generados por el controlado. El con...