Tiempo del Aqui y el ahora.
“Tiempo”
Mucho se ha escrito del tiempo, San Agustín de Hipona,
filósofo y teólogo, relaciona el tiempo con el alma. En su
libro Confesiones, señaló que el tiempo, es parte de un orden dado dentro
de la mente humana. Para él no hay un presente sin pasado y mucho menos un
futuro sin presente.
Hay un tiempo cronológico y un tiempo psicológico. abordaremos el tiempo
psicológico, que es el tiempo subjetivo, que está en el consciente del hombre,
es “nuestra percepción del tiempo cronológico”, del tiempo físico, por eso los momentos
gratos nos parecen más cortos que los momentos no gratos que nos parecen
infinitos.
Zimbardo y Boyd (2009) exploraron
teóricamente, cómo el tiempo influye en la vida de las personas, y así
establecieron los fundamentos de su teoría de la orientación temporal (TP) que
plantea un proceso no consciente, mediante el cual el flujo de las experiencias
personales y sociales se encuadra en categorías temporales: pasado, presente, futuro,
que ayudan a dar orden, coherencia y significado a esas experiencias y lo
operacionaliza.
(Thiebaut 1998); “la dirección preferencial de los pensamientos de un
sujeto hacia el presente, pasado o futuro ejerce una influencia dinámica sobre
su experiencia, motivación, pensamiento, y diversos aspectos de su
conducta”. (Boniwell, 2009, p. 295) Se ha considerado que esta preferencia
por alguna de las dimensiones puede funcionar como un rasgo estático de
personalidad (Zimbardo, Keough, & Boyd, 1997) que implica determinados
costos, es decir que puede llegar a ser no adaptativa (Boniwell, 2009).
Esto nos ayuda a entender porque muchas personas están atrapadas en el
túnel del pasado o creando futuro lleno de fantasía.
Somos lo que vivimos mostrándolo en la forma en
que damos respuestas y afrontamos las circunstancias y situaciones del
presente reflejo del pasado, porque estas se registran, como las
veces en las cuales no pudimos protegernos o defendernos,
quedando en nuestro interior el sentimiento de desvalido, miedo,
asombro o frustración, o cuando nos defendimos tanto que
rompimos, destruimos nos llenamos de ira, quedando registros resentimiento, dolor, y
finalmente circunstancias de anhelos no cumplidos
con frecuencia tan alta que quedo el sentimiento
de desilusión, desesperanza.
Estos registros en el tiempo ya no están en la memoria, quedan
sepultados, sin funeral, ni entierro, por eso necesario hacer las paces con el
pasado, vivir proceso de duelos, perdonarnos por lo que hicimos o dejamos de
hacer, entender que realizamos actos sin guiones y al ritmo que nos permitió el
momento.
Es recomendable que nos trabajemos para alcanzar el bienestar en el
presente, en el aquí y el ahora, desde una perspectiva humanista,
dentro de la que se enmarca la terapia de la Gestalt, que se enfoca más en
los procesos, lo que está sucediendo, que en los contenidos, para poner
en conciencia de lograr ver el pasado desde el presente.
Las personas a menudo recuerdan el mismo hecho de maneras diferentes,
debido a que su percepción del hecho es inseparable de su propia comprensión
emocional. confundimos los acontecimientos tal y como sucedieron con la manera
en que nos hubiera gustado que pasarán, los recuerdos mienten, pero El AHORA no
puede mentir.
Es en ese ahora, que tenemos la
oportunidad de elegir como afrontar la vida, haciéndonos consientes, explorando y
explotando nuestro potencial para mejorar nuestra calidad de pensamientos, sentimientos y hechos.
Esta imagen dice mucho de cómo el pasado nos puede enfermar, el futuro
que no ha llegado nos puede nos puede crear malestar ansiedad, y como el
tiempo presente vivido plenamente nos llena de paz.
Han pasado varios años y al verlo nuevamente quedó satisfecha
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